La semana pasada no paramos…, lo cual nos encanta porque eso significa que el emprendimiento desde la economía social y solidaria sigue expandiéndose en todas las direcciones.

En primer lugar, el 14 de diciembre estuvimos en la jornada ciudadana DERECHOS SOCIALES Y COMPRA PÚBLICA LOCAL que organizó el Observatorio de Contratación del Ayuntamiento de Zaragoza. La finalidad de esta jornada era analizar los nuevos escenarios de la contratación pública, presentando algunos modelos de buenas prácticas municipales en materia de compra pública responsable, así como proporcionar información sobre qué son las cláusulas sociales, cómo aplicarlas, y cómo pueden acceder las pymes y las entidades de la economía solidaria a la compra pública.

Continuamos al día siguiente, 15 de diciembre, en el encuentro RED DE ESPACIOS Y PRÁCTICAS COMUNITARIAS que organizó Zaragoza Activa. Desde la economía social y solidaria, quisimos compartir experiencias y aprender de otras, para seguir apostando por un modelo de gestión diferente, participativo y horizontal.

 

Y seguimos con el curso de DINAMIZACIÓN LOCAL Y METODOLOGÍAS PARTICIPATIVAS PARA LA ESS EN EL MEDIO RURAL, que impartió Daniel López, impulsor del posgrado de Dinamización Local Agroecológica de la Universidad Autónoma de Barcelona. Allí  nos acercamos al concepto de agroecología y aprendimos y experimentamos herramientas y metodologías participativas con las que recoger las necesidades de las personas y los territorios donde se desarrollan los proyectos que llevamos a cabo.

Y dentro de estas mismas jornadas de RuralESS que organizó CERAI y REAS Aragón, el fin de semana salimos de la ciudad para disfrutar del sol de Aínsa-Sobrarbe en el encuentro OTRAS FORMAS DE EMPRENDER EN EL MEDIO RURAL. Allí compartimos proyectos e iniciativas y dimos a conocer qué es la economía social y solidaria, y por qué el medio rural es tan propicio para emprender basándonos en sus principios.

 

Deseando estamos ya de comenzar un nuevo año en el que seguir participando en proyectos que nos ayuden a transformar la economía, de forma que las personas sean lo más importante.