En la edición de Juntas Emprendemos a cargo de REAS Aragón que ahora termina, la cuarta ya, han participado mujeres con diferentes ideas de desarrollo profesional, desde un atelier de ropa a un espacio de creación colectiva, pasando por diseño, agroecología, la consultoría social y el fomento del autoconocimiento a través del arte o de la escalada. Pero hablar de Juntas Emprendemos es hablar de mucho más que de proyectos empresariales y líneas de negocio. Se trata de transformaciones, profundas en algunos casos, que solo pueden hacerse en un clima colectivo de sororidad y confianza que abarque desde la maketamorfosis* a la maduración de las ideas, de las consonancias entre proyectos a la atención a los momentos vitales en que se han generado o compartido.

Juntas Emprendemos es emprendimiento de mujeres que hacen de esta decisión un paso reflexionado y, mucho mejor aún, hacia prácticas feministas. Y para que consideremos que un proyecto se inscribe en el feminismo, este procurará atender las necesidades concretas de las mujeres con las que interviene. Tratará de responder afirmativamente a algunas de las siguientes preguntas:

  • ¿Sirve para favorecer una mejor posición de las mujeres en este y otros planos de la realidad?,
  • ¿ayuda a visibilizar las aportaciones de las mujeres en la sociedad?,
  • ¿mejora el reparto del trabajo reproductivo?,
  • ¿ayuda a romper la división sexual del trabajo?.

En el desarrollo del itinerario del curso, nuestra primera sesión fue ya una declaración de intenciones en este sentido. Con “Igualdad de género. Empoderamiento femenino y Economía Social”, definimos un marco complejo y poco visibilizado, pero del que todas tenemos vivencias y experiencias. Reconocernos y reconocerlo es especialmente emotivo y también marca el comienzo de un caminar desde nueva óptica. Mirar la vida y nuestras ideas/emprendimientos desde las lentes violetas nos empodera y enfoca hacia la sosteniVIDAbilidad, una sostenibilidad con la vida en el centro. Juntas, con convicciones profundas que enraízan en las personas, en la vida y en la forma de organizarnos, somos capaces de marcarnos unos objetivos con nuestros proyectos y hacerlos vivibles.

Durante la segunda sesión, “Desarrollo de la idea y plan de proyecto de Economía Social”, algo cambió: llegábamos a Juntas Emprendemos pretendiendo tener una idea “mía” más o menos formada, experimentamos con el CANVAS y comenzamos a conocer los proyectos de las demás, a situarnos en ellos, a implicarnos en ideas que hace un instante eran ajenas. Y la idea “nuestra” fue cogiendo un poquito de cada una de nosotras. Así, entendimos la importancia de hacernos más preguntas en el proceso de emprendimiento: qué problema resuelve mi proyecto, qué necesidad satisface y qué lo hace especial…  Algunas sabemos que estas cuestiones y sus respuestas serán la base para el desarrollo del proyecto y para empezar a cuestionarnos qué trabajo para qué vida. En medio de la “cultura del discurso seguro y redondo”, nos entrenamos para plantear y explorar nuestras ideas y contradicciones con personas y proyectos cercanos, conocidos, en confianza.

Con unos “Conceptos básicos para el Plan de Viabilidad” todo es mucho más fácil, y a ellos dedicamos nuestro tercer encuentro. Siempre que trabajamos estas ideas de base, tratamos de ponerlas bien claritas, pero incluso así cuesta. Tan importante como poner la atención a las necesidades sociales que satisface mi idea, es trabajar la viabilidad empresarial para poder llevarla a cabo. Pasados estos momentos de echar cuentas, los proyectos maduran. Con un esfuerzo más de concreción (¡duro pero necesario!), avanzamos un paso más: fue con el “Plan de Viabilidad y nociones básicas de Administración”, que ocupó la cuarta cita del ciclo. “Volveréis a esta sesión”, recalcamos. Con elementos del día a día y tratando sobre necesidades concretas, nos damos cuenta de lo mucho que tenemos para empoderarnos a través de los trámites.

Después de tener perfilado un plan de viabilidad y saber cuáles son sus necesidades, es tiempo de dotarnos de recursos a través de la “Banca Ética e instrumentos financieros”. De la mano de Coop57 Aragón, nos introducimos en la financiación y sus ideas clave, y en otras formas servicios financieros basadas en la solidaridad, la responsabilidad y la confianza. Porque dar crédito significa sobre todo creer en los proyectos de las personas.

Las siguientes sesiones nos permitieron afianzar la relación del proyecto con el exterior. El mercado ha cambiado y los consumidores también, por eso es importante dedicar su parte de energía y recursos a las “Estrategias para impulsar el proyecto”. Para hacerla efectiva, podemos ser observadoras y definir la orientación al mercado, pero también hay que recordar que la respuesta suele estar fuera de nosotras.  Y en todo este itinerario, ha ido ganando en importancia la “Comunicación del proyecto”, más aún al hacerse desde el empoderamiento femenino y la Economía Social y Solidaria, en beneficio de los cuales podemos (y debemos) usar las herramientas comunicativas.

A la hora de la “Constitución de Iniciativas de Economía Social” es importante establecer con claridad qué es lo que cooperativizamos, qué ponemos en común y cómo nos organizamos para ello. Nos quedamos con eso de “satisfacer la necesidades comunes de forma común”. La claridad, el esfuerzo por la sinceridad, la capacidad de autoevaluar los momentos emocionales permite desarrollar un proyecto dentro de la esfera sana de los cuidados. Este cuidado nos transforma y nos ayuda a la “Resolución de conflictos y gestión de emociones”, para que podamos resolver entre todas “cómo queremos llegar a la próxima sesión conciliando nuestros horarios y necesidades”. Y si fortalecemos así los vínculos, sabremos que  “donde no llega tu neuronilla, está la de tu amiguilla”.

Desde la Economía Feminista, con “Economía de los Cuidados. La Vida en el centro de la Economía” para terminar el recorrido, se ha insistido mucho en la necesidad de un análisis que permita la democratización real de nuestras organizaciones. Esta transformación hacia valores como igualdad, equidad y participación, pasa por poner el acento en las tareas dirigidas a los cuidados de la vida, a su valoración y visibilización y al reparto equitativo de las mismas. Cuando hablamos de “poner la vida en el centro”, nos estamos preguntando por quiénes, cómo y cuándo se hace. Buscamos romper dicotomías, con intención de crear un nuevo sistema que cambie la receta y no reparta la misma tarta de otra manera, que pueda atender de manera corresponsable las necesidades de las personas y del planeta que habitamos.

Como cierre de esta edición, las participantes decidieron organizar una visita a la finca de la cooperativa agroecológica EcoZara. Sara, socia promotora de la cooperativa participó en este Juntas Emprendemos dejándonos su impronta y recordándonos la importancia de nuestra vinculación con la Tierra y el trabajo de la misma. Además de habernos reconocido como personas interdependientes a lo largo de este curso, esta oportunidad nos ha permitido también profundizar en la ecodependencia, en la que también tratamos de incidir en los modelos de negocio de la economía solidaria. 

Llegaron las participantes y llegamos las acompañantes con muchas ganas de aterrizar sus proyectos, de modelarlos, trabajar y avanzar en independencia económica y en un despliegue de creatividad personal. También se venía con ganas de conectar, de tejer red con proyectos afines, de buscar diferencias, alternativas y gentes con distintas opiniones. Nos fuimos, todas, arropadas, con ganas, con iniciativas y ¡con dudas también! Solo que ahora somos conscientes de la necesidad de hacerlas visibles. Las dudas y las preguntas nos hacen crecer planteando opciones. Conllevan también la experiencia, en ocasiones, de sentimientos de vulnerabilidad y soledad, pero a la vez nos hacen sentir que podemos ser protagonistas y aportar. Esto es lo interesante, lo que ha provocado que nos despleguemos poniendo ánimo, alegría y creencia en todos los proyectos que hemos trabajado conjuntamente.

Sin decaer en este ánimo lanzado hacia la unión y enfocado en el emprendimiento, volveremos en septiembre para facilitar los pasos que autorganicen un grupo de apoyo al emprendizaje de mujeres, para idear en compañía los planes de acción que necesitan los nuevos proyectos. Porque Juntas, Emprendemos.

 

Por Juntas Emprendemos y Emprendes.net.

 

*Maketamorfosis es el proceso de autoreconocimiento personal y del proyecto que ha realizado una de las participantes a través del Juntas Emprendemos. Formulado en forma de cuento, fue una auténtica explosión de sentires sobre el autoempleo y cómo vivir la interdependencia en los proyectos colectivos-personales.