Juntas Emprendemos es un proyecto nutrido de mujeres con proyectos, sueños, ideas y muchas ganas de sacarlas adelante. En este artículo, entrevistamos a una de ellas: Gabriela Pereira, una fotógrafa que busca abrirse camino en el mercado laboral a través de quién es, sus valores y la originalidad de sus propuestas.

Cuéntanos, ¿en qué consiste tu proyecto de fotografía?

Hago fotografía infantil y maternal en todas sus fases: desde el embarazo, de recién nacido… y ahora he empezado a desarrollar una nueva idea, la fotografía en la caja. Hago fotografías dentro de una caja y luego mediante el retoque fotográfico realizo una composición, es algo que hay que ver, es difícil de explicar con palabras porque es algo diferente.

La fotografía en caja me gusta porque con ella salimos del retrato de toda la vida, en el que el niño tiene que estar posando muy quieto, es un tipo de reportaje menos invasivo, y se logran fotografías más naturales. Sigue el método Monstessori, la idea de dejar que el niño juegue y se desarrolle de forma natural, y ahí es cuando tomo las fotografías.

¿Cuándo decides lanzarte a poner en marcha este proyecto?

Surge con mi maternidad. Siempre me ha gustado la fotografía infantil, pero no con el interés que tuve a partir de la maternidad. Para mí significa ahora generar recuerdos importantes y mágicos, aportar todo lo que descubrí en mi experiencia personal.

A la vez el proyecto también busca una salida laboral que sea compatible con la maternidad, en la que reinventarme a partir de quién soy ahora. Han cambiado mis intereses y mis valores han tomado lugares diferentes. Lo que hago tiene mucho que ver con quién soy hoy.

¿Y cuáles dirías que son esos valores desde los que estás construyendo este proceso?

Los principales valores yo creo que son  el respeto y la sensibilidad. El respeto a través de este estilo fotográfico no invasivo, y la sensibilidad porque es lo que buscamos al hacer las fotografías.

Además, tenemos otros valores como la sostenibilidad. Trabajamos con materiales reciclados y  quiero que en el proyecto se reutilice para tratar de no lastimar más el planeta.

Hoy en día parece que es más fácil que nunca hacer una foto, ¿qué nos aporta un trabajo profesional?

Aporta la experiencia. Los móviles están muy bien y nos dejan recuerdos muy chulos pero no tienen que ver nada con una fotografía profesional. La fotografía profesional no es para todos los días, es para momentos especiales, nos permite tener recuerdos bonitos, que se pueden tocar, tener en papel, mirar, encuadrar, regalar…

Es verdad que para la fotografía es un momento complicado por el desarrollo de la tecnología, cada vez los móviles hacen mejores fotos por lo que los profesionales tenemos que innovar y ofrecer algo diferente. Lo veo también como una oportunidad para diferenciarse y hacer algo más pensado, más bonito.

Estás participando en la edición de Juntas Emprendemos de este año, ¿cómo llegaste al proyecto?

Me vino a través de varios lugares, al empezar un curso de formación en La Colaboradora lo oí por primera vez.  Después desde Tiebel me invitaron a participar. Me apetecía mucho porque lo hacían también personas de las que tenía referencias y quería conocerlas.

Lo más importante de la experiencia es las personas que hacemos el curso, la relación especial que se genera. Está hecho con una mirada muy humana, no de emprendedor a saco sino con una visión más humana, más de mujer, de cada una desde su lugar, con sus posibilidades, con sus tiempos y apoyándonos las unas a las otras. 

Siempre tienes ganas de ir por las relaciones que haces, sientes que las demás están en la misma búsqueda, ves que tienen las mismas dificultades y que todas estamos intentando reinventarnos desde nosotras mismas, planteándonos quiénes somos y qué podemos dar.

¿Qué aprendizajes destacarías de esta experiencia?

Saber que las mujeres estamos buscando un lugar diferente desde el que salir al mercado. Yo pensaba que esto era algo muy personal, que yo tenía esa necesidad, y he visto que es algo más común, que hay muchas madres y mujeres que buscan otra forma de entrar al mercado laboral, desde la cooperación, desde el ayudarte, siempre nos hicieron guerrear entre nosotras y ves que no, que se puede hacer desde sitios diferentes.

Ves gente con tantas ganas, y tan generosa, es otra versión de lo que parece que hay. Te llena y esto es algo que no te lo quita nadie. Los proyectos no sé si saldrán adelante pero las personas seguro que sí, es importante tener presente que más allá de proyectos somos personas.

¿Cómo aportan las experiencias de estas personas a tu propio proceso?

Ves esa actitud y dices cómo me voy a quedar en casa. Es muy admirable, ves historias personales muy difíciles y que aún así las mujeres siguen adelante, intentando desarrollar proyectos. Te hace plantearte que no hay excusa para al menos intentarlo.

¿Qué papel juega la cooperación en tu experiencia emprendedora?

Con respecto a la cooperación es maravilloso, toda mi imagen corporativa la ha hecho una compañera de La Colaboradora, y es verdad que generas lazos que se notan mucho. Te relacionas con gente que está en el mismo proceso que tú, y más allá de que pueda surgir una sinergia comercial o no el simple hecho de sentirte rodeado de la energía de esas personas  te enriquece un montón y te hace sacar ideas.

Es emocionante el cuidado que ponen todas estas personas, en Juntas Emprendemos y en otros grupos, en ayudarte y en echarte un cable en un momento en el que estás buscando reencontrarte como persona para sobrevivir. Porque al final es eso lo que buscamos, vivir sin fastidiar a nadie, mirar a ver si nos hacemos un hueco, ninguna queremos ser una multinacional, sólo buscamos un autoempleo saludable psicológicamente y físicamente, que podamos conciliar y hacer un bien social, nada más.

¿Qué te depara el futuro?, ¿qué retos aguardan?

He tenido alguna primera experiencia y ahora lo que me toca es salir al mercado a ver hasta dónde se puede explorar, qué es lo que hay y ver si este proyecto tiene buena acogida.

El mayor reto es ganarle al mercado laboral, que por un lado nos expulsa y por el otro nos intentamos hacer hueco en él con una visión más sana, permitiendo la conciliación con la familia. Pero yo tengo claro que voy a romper las barreras, lo voy a hacer, mi camino es la fotografía maternal.

Puedes encontrar más sobre Gabriela Pereira en su página web y su cuenta de instagram.